Picaduras
Mañana voy a la guerra. Una noche más, la férrea mano del calor yugoslavo me oprime. El ardor del asedio de anoche también. Los mosquitos se multiplican, y me han marcado como objetivo. Grandes bombarderos triposos se ceban en mi. Son los guerrilleros de la sangre, en busca de una enorme presa. Sedientos, deciden saborear la nueva…