Cena en Sarajevo
Un anciano de piel arrugada y largas barbas níveas, me invitó a cenar en su casa. Sus rasgos eran otomanos, su dentadura cuidada y poseía una mirada cansada. Le conocí en un bar del centro de Sarajevo. Era un día neblinoso en la capital bosnia; era un día más. La ciudad está encajonada en un…